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Diálogo entre HITLER Y EVA B.

 Soy el espíritu de Eva Braun, estoy ahora mismo en otra dimensión (ultratumba) en una sala de cine donde están proyectando una película que me resulta familiar por su contenido: el hundimiento. Me casé con un hombre un día antes de suicidarnos que estuvo a punto de hundir a la humanidad. Me casé sin apenas conocerlo y ahora que sé quien fue quiero conocerlo en profundidad.-Elabora un diálogo entre Eva Braun y su prometido que te permita incluir todos los conocimientos sobre el nazismo y la segunda guerra mundial.EVA B.: Hola Adolf.HITLER: Hola mi amor, ¿cómo estás?EVA B.: Bien.HITLER: Tenía ganas de volverte a ver.EVA B.: Yo también, porque no se si hice bien casándome contigo sin apenas conocerte. Necesito que me digas como fue tu vida y cuales eran tus pensamientos antes de que me conocieras.HITLER: Pues voy a comenzar desde el principio. Nací en Braunau am Inn (Austria) en 1889. Era hijo de un modesto funcionario de aduanas y de una campesina. Fui un estudiante mediocre y jamás llegué a finalizar la enseñanza secundaria. Solicité el ingreso en la Academia de Bellas Artes de Viena, pero no fui admitido por carecer de talento. Permanecí en esa ciudad hasta 1913, donde vivía gracias a una pensión de orfandad, y más tarde comencé a obtener algunos ingresos de los cuadros que pintaba. Siempre leía con voracidad obras que alimentaban antisemitas y antidemocráticas como el desprecio por las masas.Me encontraba en Munich cuando comenzó la I Guerra Mundial y me alisté como voluntario en el Ejército bávaro. Demostré ser un soldado entregado y valiente, pero la más alta graduación que conseguí fue la de cabo, debido a que mis superiores consideraban que carecía de dotes de mando. Tras la derrota de Alemania en 1918, regresé a Munich y permanecí en el Ejército hasta 1920. Fui nombrado oficial de instrucción y se me asignó la tarea de inmunizar a los soldados a su cargo contra las ideas pacifistas y democráticas. Me uní al Partido Obrero Alemán, de signo nacionalista, en septiembre de 1919, y en abril de 1920 le dedique ya todo mi tiempo. En esa época, había sido rebautizado como Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo (conocido abreviadamente como partido nazi) y fui elegido en 1921 su presidente (Führer) con poderes dictatoriales. No tardé en convertirme en una figura clave de la política de Baviera gracias a la colaboración de oficiales de alta graduación y empresarios adinerados. En noviembre de 1923, un momento de caos político y económico, encabezé una rebelión (putsch) en Munich contra la República de Weimar, en la cual me autoproclamé canciller de un nuevo régimen autoritario. No obstante, el conocido como putsch de Munich fracasó por falta de apoyo militar.Fui sentenciado a cinco años de prisión como líder del intento de golpe de Estado, y dediqué los ocho meses de condena que cumplió a redactar mi autobiografía: Mein Kampf (Mi lucha). Fui liberado como consecuencia de una amnistía general en diciembre de 1924, y reconstruí mi partido sin que ninguno de los representantes del gobierno al que había intentado derrocar pretendiera impedirlo. Durante la crisis económica de 1929, muchos alemanes aceptaron su teoría que la explicaba como una conspiración de judíos y comunistas. Conseguí atraer el voto de millones de ciudadanos prometiendo reconstruir una Alemania fuerte, crear más puestos de trabajo y devolver la gloria nacional. La representación del partido nazi en el Reichstag (Parlamento) pasó de 12 diputados en 1928 a 107 en 1930.EVA B.: ¿Y ahí fue cuando te hiciste el dictador, verdad?HITLER: Cierto. Accedí a la jefatura del gobierno, no tardé en autoproclamarme dictador de la nación, acumulando la presidencia del Reich y de la cancillería con el título de Reichsführer. Envié a miles de ciudadanos contrarios al partido nazi a campos de concentración y eliminé cualquier asomo de oposición. Las autoridades nazis tomaron el control de la economía, los medios de comunicación y todas las actividades culturales haciendo depender los puestos de trabajo de la lealtad a su ideología. Ridiculicé el concepto de igualdad entre los seres humanos y reivindiqué la superioridad racial de los alemanes. Puesto que nos consideraban miembros de una raza superior, creíamos tener derecho a dominar a todas las naciones a las que habíamos  sometido. Encabecé una persecución contra los judíos conocida como antisemitismo. Envié tropas a la región desmilitarizada de Renania en 1936, y anexione Austria y los Sudetes en 1938. El resto del territorio checoslovaco quedó bajo mi control en marzo de 1939. También acudí en ayuda de las tropas rebeldes de la Guerra Civil española (1936-1939), encabezadas por Francisco Franco.Era consciente de que cualquier otra acción podría provocar un conflicto europeo, y no vacilé en preparar a Alemania para una lucha que, a su juicio, fortalecería la moral de mi país. Firmé el pacto de neutralidad Germano-soviético con la promesa de que cedería a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) una parte del territorio de 1939. Los polacos fueron sometidos con rapidez y sus aliados, los británicos y los franceses, que me habían declarado la guerra, no pudieron hacer nada para ayudarles. Mi ejército invadió Dinamarca y Noruega en la primavera de 1940 y, pocas semanas después, vencí a las tropas de los Países Bajos, Bélgica y Francia.Dejándome llevar por mi ambición y mi odio al comunismo, volvió mi atención hacia la Unión Soviética. Mi primer paso fue conquistar la península Balcánica para proteger este flanco. Comencé mi invasión a la URSS comenzó en junio de 1941, no tardé en llevar a los ejércitos alemanes a las puertas de Moscú pero los rusos les obligaron a retroceder en diciembre, precisamente cuando Estados Unidos decidió intervenir en el conflicto. Fue en ese momento cuando me di cuenta de que la guerra estaba perdida desde el punto de vista militar, pero decidí continuar con la esperanza de que alguna nueva arma invencible o alguna maniobra política milagrosa pudiera salvar la situación.A medida que transcurría el tiempo, la derrota se hacía más inevitable, pero continuaba negándome a capitular ante la creencia de que Alemania no merecía sobrevivir por no haber conseguido cumplir su misión. Por otro lado, el plan destinado a exterminar a los judíos seguía su marcha durante todo este periodo, y los innumerables trenes que transportaban a los millones de prisioneros a los campos de concentración representaban una lacra para el esfuerzo económico de la guerra. En julio de 1944, un grupo de oficiales organizó una conspiración para asesinarme y poner fin a la contienda, pero el plan fracasó. Finalmente, dejando tras de sí a una Alemania invadida y derrotada, me suicidé en mi búnker de Berlín el 30 de abril de 1945, junto a ti, mi amor después de casarme contigo el día anterior.

EVA B.: Me case contigo sin darme cuenta de quien eras. ¡Adiós!

HITLER: Adiós y espero verte pronto.

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